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Historias totalmente creadas que estan basadas en la historia de alguien, a quien, todavía, no tengo el gusto de conocer...

domingo, 11 de octubre de 2009

...una Carta -A quien corresponda-


No, no, no... o bueno, tal vez.. pero... ¿cuando habrá sido la última vez que recibió alguna?, me es difícil responder esa pregunta ya que no fuí yo el autor; ¿y si se enoja?, y... ¿si cambia todo entre nosotros?, no quiero meter la pata, ¿por qué todo tiene que ser tan difícil? y más cuando mis deseos y ganas aumentan y más cuando soy capaz de... ¡que terrible situación!, me encuentro atrapado entre mis propias palabras, ensordecido por mi propio silencio, cegado por mis própias visiones y anhelos, y ellá ahi... como aquella luz que se ha de seguir en medio de la inmensa oscuridad, donde lo único que se desea es escapar. Y bien, una simple carta no creo que le haga daño, en todo caso serían las palabras o las frases implicitas...

Querida Lucía:

Esta tarde mientras apreciaba el atardecer...
No!, no puedo comenzar de esa manera, es algo tonto y absurdo ya que lo que menos quiero que sepa es que mientras intento escribirle, algo profundamente triste intenta consumirme llevandose lo poco que queda de mi. La última carta que le escribí jamás se la dí, quería que fuera un secreto, uno de tantos que...

Lucía es aquella chica sencilla, de sonrisa encantadora y ojos fascinantes, portando del virus de la pasión y la enfermedad de la alegría, vive inundada de amistades, pasiones y fantasía, sin pedirle algo al mundo ajeno, puede hacer del suyo uno extraordinario, bello y eterno. Y es entonces cuando entro en crisis y contradicción al no saber si realmente me la merezco o si es uno de esos caprichos que tanto detesto pero... pensandolo bien, se está convirtiendo en una gran asesina de mis ojos, de mi alma y de mi vida... ¿por qué me sonrie de esa forma? ¿por qué me ve y hechiza? ¿por qué me toca y me paraliza? ¿por qué no puedo ser yo mismo, cuando es ella misma?

El problema comienza cuando al intentar escribirle una oración brotan mil desde el fondo de mi corazón matando el hecho de no saber ni de mi tiempo, ni de mi espacio, ni de mi razón; me es muy difícil escribirle todo esto que siento, no quiero aburrirla, invadirla ni persuadirla, quiero que sepa con una o con mil palabras que siento algo muy lindo por ella que me llena de ilusión, que es algo increiblemente cierto y que me temo que no es simplemente pasión.

Recuerdo que no fue casualidad conocerla, mucho menos azares del destino, fue algo que ambos provocamos, algo que no se de donde vino, ese algo que te impulsa a hacer cosas inimaginables, a moverte por espacios inestables, a decir cosas absurdas pero aceptables; es el hecho de desconocerse a sí mismo, de trasladarse a un mundo lleno de locos, de ir contra la corriente de no saber que es lo que en sí está pasando, es el querer mover cualquier objeto con el simple sentimiento. Entonces esto no se puede quedar así, ella tendrá que recibir la carta que pienso escribir, la que me abrirá las puertas o la que me enviará al exilio. Dar el siguiente paso, no es fácil, pero no darlo puede ser insensato.
"El problema acabaría si al decirle amor, ella me respondiera: "lo siento, amigo"... mi mundo y mi tiempo se detendrían si al decirle amor, ella me dijerá: "dime, amor mío!"

Querida Lucía:

Heme aqui escribiendote las palabras que cierto día crei no escribiría...



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Poncho Knox