Bienvenida

Historias totalmente creadas que estan basadas en la historia de alguien, a quien, todavía, no tengo el gusto de conocer...

lunes, 25 de agosto de 2008

...una despedida -Te dejaré contnuar-

Como aquel rió que avanza y no detiene su curso, te dejaré continuar porque es inevitable tu partida, ancho el sendero y punzante tu discurso, absolutamente nada te detiene, pero... sabes, no me gustaría despedirte, pues aun tenia en mente muchos planes, aventuras, mucho que decirte... pero esta bien, anda! puedes irte, cierra la puerta con llave y... no!, no te vayas por favor!, quédate un momento más, recordaremos juntos momentos inolvidables, mmm no se... podríamos ver una película, charlar talvez como lo hacíamos ayer, quizás dormir como lo hacíamos anoche o... sonreír como hace un par de horas... pero... pero tienes razón, hago mal en quitarte tanto tiempo diciendo una y mil tonterías, lo se, lo se tan bien como se que en ti aun quedan ganas de repetir cuanto me querías... recuerdas aquel día que... viéndonos a los ojos, junto al lago, extendiste tu mano y con ojos cerrados me preguntaste que, ¿qué era lo que había puesto en ella?, yo... yo no supe que responder, pero con un gesto tierno y dulce te dije... ¿recuerdas que te dije? ¿Recuerdas? No!, espera, aun no partas!, prometo que será la última vez que te detenga, pero por favor... por favor... ehmm... escucha la canción, vamos! dime que te dice!, ¿te recuerda algo?, ¿es bonita cierto?, tan bonita como aquella rosa que te pintó la sonrisa aquella vez que... ohh no, es verdad, que tonto!, prometí no quitarte mas tiempo, pero si quieres puedo preparar algo de comer, ¿que dices?, ¿tienes hambre? o... o... ¿acaso fastidio? esta bien!, creo que lo mejor será que te marches, aunque... te confieso que me dejara triste la idea de no tener con quien compartir la almohada, ni la sonrisa, triste de no tener una confidente, ni con quien confabular, triste de lanzar un te quiero al viento y que no haya alguien quien pueda escuchar... pero... ¿podría pedirte algo más?, ¿me dejarías el libro de cuentos que jamás comprendí?, ¿me prestarías las llaves de la caja roja que siempre abrí? y si fueras tan amable, ¿me podrías dejar un bello recuerdo por favor? será lo último que te pida, pues ya es mucho el tiempo que has perdido aquí...
Ya no queda más que decir ni algo que fingir, el sonido de los pájaros, que cierta vez fue melodía, se ha convertido en algo amargo sin sentido, pero... dime ¿por qué? Por qué fue que... no!, mejor no!, sé que ha sido cuestión tuya y del tiempo tomar esa decisión, esa terrible decisión!, que te libera de mi amor y que me hará esclavo de tu recuerdo, la que me ha de convertir en el ser que ama sin ser amante, la que me repita día y noche que nunca fuiste mía, sino solo por un breve instante... la que... bueno ve!, toma el buen camino de la vida, mantén cerca el buen consejo y así encontraras fácil una salida, llévate por favor un abrigo, y no olvides de llamar de vez en cuando al viejo amigo, ábrele los ojos y la mente al mundo, pues un mundo cosas esperan ya por ti, ríe con terrible locura, llora con inimaginable fervor, sueña y vuelve a creer de nuevo en eso llamado "amor"...
...estaré esperando aquí y dejare la puerta abierta, por si decides volver, pensaré mucho en ti, lo prometo, pues puedo amarte aun más así, que teniéndote aferrada a mi...
3a. Historia
Poncho Knox